¿De que sirve el ingenio cuando no nos divierte?
No hay nada más fatigoso que un ingenio triste.
No hay nada más fatigoso que un ingenio triste.
Ivan Turgueniev
...había olvidado lo que disfruto viajar en autobús... ver los verdes de la carretera, las nubes formando figuras y coloreándose al paso del clima... pensar, recordar, extrañar, agradecer...
...me esperaba una ciudad que me gusta... con unas vacaciones que la pintan de menos gente y con un pronóstico de tres días (los de mi estancia) de lluvia contínua...
...se trataba de niños... y de radio... qué tan difícil podía ser? la radio y yo nos enamoramos en el 2000 y la docencia y yo nos enamoramos en el 2005 y entonces hicimos un trío fantástico...
...llegué con mi excelente anfitriona y ahora amiga a una casita de muñecas con un perro que le hace la vida más fácil... me empezaron a platicar de los niños y sus diferentes excepcionalidades y, he de confesar, me dió miedo...
...y ciertamente, el día llegó y los niños me intimidaron y me bajaron la energía... poco a poco tanto ellos como yo fuimos agarrando confianza y el resultado fue perfecto, increíble... la que aprendió, fui yo: la que descubrió de lo que es capáz, fui yo: la sorprendida, fui yo: la que se encontró nuevas utilidades, fuí yo......y así se fueron dos días increíbles, con la nostalgia de la despedida y la ilusión del regreso a casa...
...gracias Blu por echarme al ruedo, gracias Ingrid por la oportunidad, gracias Blanche por las sonrisas y así y gracias Syl por la hospitalidad... nos vemos pronto, seguimos ingenniando.
