marzo 20, 2010

...y entonces, sin darme cuenta... la primavera llegó...


Me hubiera gustado estar despierto

aquella mañana que con un vestido verde
entre unos trigales
él llegó.

Venía silbando, como un niño.
Tenía llenas de pájaros las manos
y cielo arriba
los iba esparciendo.

Lo rodeaban las abejas.
Llevaba un sombrero de amapolas
y en bandolera
me traía la primavera
el veinte de marzo.

Me hubiera gustado estar despierto
o haber dejado los balcones abiertos
y en mi sueño
intuir como...,
tejas y ramas se llenan de nidos
y la roca seca vuelve a mojarse en el río
y el grito agudo
de una perdiz.


Y del conejo la mirada
y oler la madrugada
que en bandolera
nos trajo la primavera
el veinte de marzo.

Me hubiera gustado estar despierto.
Tumbarse encima de una roca como una lagartija
panza al sol
y con un flautín,
y haber salido a recibirlo como es debido
y adornar con flores de papel los portales
como si fuera tiempo
de carnaval.


Pero aquella mañana yo dormía
tranquilo, porque no sabía
que en bandolera
me traía la primavera
el veinte de marzo. (J.M. SERRAT)

1 comentario:

Miresha dijo...

Llegó la primaveraaaa

Te envío flores, canciones y abrazos.
Quiérote.
Aunque te me desaparezcas.