agosto 26, 2008

vayamos al balcón a ver llover

me gusta que llueva.
 
me gusta cuando estoy en casa y truena y es el prestexto perfecto para abrazarme a su cuerpo.
 
me gustan las tardes grises acompandose por música -cafetosa, camosa, lluvioza-
 
me gusta ver llover desde la tienda... las calles se vuelven grises y la gente corre y se refugia bajo los tejados... otros disfrutan mojándose, brincando en los charcos... ¿qué importa el costo de tus zapatos?
 
me gusta sentir la lluvia... oler la lluvia... tocar la lluvia. -singing in the rain-
 
me gustan los atardeceres que nos regalan estos tiempos... con tantos colores de fuego... amarillo, naranja, magenta, violeta...
 
no importa el tráfico... no importa que la gente se apen...tonte con lluvia... no importan los malosos que aceleran para mojarte con su auto... no importa mientas nos mojemos juntos.
 

agosto 22, 2008

el diario no hablaba de tí... ni de mí...

Manual para canallas
Roberto G. Castañeda
15 de mayo de 2008
Los diarios no hablan de ti
 

Suena la alarma de un banco y nadie se inmuta. Llueve ácido y todos se mojan. Arde la ciudad y no hay quien grite "fuego". Los diarios sólo hablan de ejecutados, de que el presidente no cederá ante el crimen organizado. Y en este país no hay sitio para la esperanza. No se puede confiar en un hombre que no puede gobernar sus propios nervios. Una mujer estrella su auto contra una patrulla. Aquella niña llora porque perdió su muñeca. Los niños juegan a matarse con pistolas de alto calibre en el Xbox. Ese anciano no completa para su medicina. Tu madre está harta del borracho de tu padre. El banco no acepta pretextos. Un desempleado se suicida en la mañana. El metro es un baño sauna. La vida carece de poesía. La muerte recorre el subsuelo. Tus noches son amargas, tus días sofocantes y siempre te sientes tan desorientado. ¿Cómo confiar en el futuro cuando el pasado es un expediente de miserias y tu presente parece un perro callejero? Malditos sean los políticos de traje caro y sonrisas cínicas. Benditas sean las noches que logras conciliar el sueño. Tus deseos nunca son órdenes. Escasean los besos, sobran las vergüenzas, y los abrazos están en peligro de extinción. ¿Hace cuánto que no abrazas a tus hermanos? Madre se queja de que todo está cada día más caro. El carnicero afila su avaricia. Padre odia su trabajo y jura que todos son unos webones. El patrón planea sus próximas vacaciones en Las Vegas. Ya no hay vacantes para los soñadores. Y este país se cae a pedazos. El calor es insoportable. Tus propias pulgas te han abandonado. Tus muchas rabias se están amotinando. Nadie sonríe en el pesero. Nigga vocifera en el estéreo. Y Joaquín Sabina sigue en silencio. El odio va en el asiento trasero. Miras a través de la ventana y una anciana ve pasar a la muerte en bicicleta. Hay mucho por hacer. Y nadie hace nada. Es que este calor apendeja. Te secas el sudor con el dorso de la mano, buscas refugio en la sombra, maldices la falta de suerte y quisieras estar tirado en tu cama. Aunque a este país se lo lleve la chingada. Los periódicos hablan de otro ejecutado en la ciudad de Tijuana. Tan lejos y tan cerca. Mientras más lejos de tu casa y más cerca de tu indiferencia, mucho mejor. Maldito calor. En serio que apendeja.

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"Hoy dice el periódico que ha muerto una mujer que conocí,
que ha perdido en su campo el Atleti,
y que ha amanecido nevando en París.
Que han pillado un alijo de coca,
que a Piscis y Acuarios les toca el vinagre y la hiel.
Que aprobó el Parlamento Europeo una ley a favor de abolir el deseo,
que falló la vacuna anti sida,
que un golpe de ha triunfado en la luna y movidas así.
Pero nada decía la prensa de hoy de esta sucia pasión, de este lunes marrón,
del obsceno sabor a cubata de ron de tu piel,
del olor a colonia barata del amanecer",
 
canta Joaquín Sabina y todo se confabula para que te deprimas. Hoy dicen los diarios que Café Tacvba triunfó en el extranjero, que los niños son cada vez más gordos, que nadie le ha pegado al Melate, que este año será el más caluroso de la historia, pero nada dice de mí, ni de ti. Las noticias son las mismas cada día. Y no hay novedades en el frente de batalla de los desempleados. Somos un ejército de locos, cada vez hay más bajas, siempre te atacan las dudas, nunca te visitan los triunfos y los amigos sólo llaman cuando necesitan algo. Hay tan poca ilusión en tu mirada, tanto odio en tu alma, que ya te extraña que valga la pena algo.
 
"Hoy dijo la radio que han hallado muerto al niño que yo fui,
que han pagado una fortuna por una acuarela falsa de Dalí.
Que ha caído la bolsa en el cielo,
que siguen las putas en huelga de celo en Moscú.
Que subió la marea, que fusilan mañana a Jesús de Judea,
que creció el agujero de ozono,
que el hombre de hoy es el padre del mono del año 3000.
Pero nada decía el programa de hoy de este eclipse de mar,
de este salto mortal,
de tu voz tiritando en la cinta del contestador,
de la manchas que deja el olvido a través del colchón"
 
sigue la voz ronca de Sabina y la tristeza es una amante despechada que siempre tiene reclamos.

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Las calles están atestadas de caras largas, de gestos adustos, de policías corruptos, de burócratas malparados, de estudiantes reprobados y profesionistas manejando taxis. La basura se acumula en las calles, los cines pasan películas horribles, las canciones de moda apestan, los burócratas rechazan solicitudes, las universidades no tienen maestría en desengaños, la imaginación ha caducado y en tu refrigerador habita un jitomate magullado. Aún queda un poco de ternura en la mirada de los niños. Pero nunca tendrás lo suficiente, ni lo necesario. No es que sea pesimista, pero estamos más cerca del abismo que de llegar a la frontera de lo prometido. Lo prometido es deuda. Y la duda siempre te aqueja. Somos expertos en quejas. Maestros en el arte de postergar todo. Y nos han dado doctorado en sentirnos deprimidos. Somos bipolares condenados de antemano. Si he de llegar tarde a todos lados, para que me levanto más temprano. Hoy amanecí más pesimista que de costumbre, serán que Los Piojos siempre tienen razón cuando cantan que

 
"estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado,
tengo una idea: es la de irme al lugar que yo más quiera.
Me falta algo para ir, pues caminando yo no puedo,
construiré una balsa y me iré a naufragar.
Tengo que conseguir mucha madera,
tengo que conseguir de donde sea.
Y cuando mi balsa esté lista partiré hacia la locura,
con mi balsa yo me iré a naufragar".
 
Tú mismo eres una isla abandonada. Y el sol a plomo sobre la arena te recuerda cuanto añoras la lluvia.

agosto 12, 2008

*

me gusta hacer planes... no me gusta cuando me doy cuenta que los planes a largo plazo no lo son tan a largo y que el año se me vino encima.
 
afortunadamente los días en el negocio pasan rápido.
 
me gusta planear en comprar nuestro coche... en los viajes... en la cuenta de ahorros... en los bebés... en rody...
 
me gusta planear en comprar cosas a mis papás... en la barda, los cuartos, la pintura...
 
las caminatas de viejitos... la casa en la playa... las llunas y pantuflas reloaded..
 
me gusta planear... fantasear y concluir en una sonrisa y un fuerte abrazo
 
mientras tanto... sigo en lo mío, sigo en lo nuestro... y sigo contigo, aunque a veces me vaya de mí y me deje sola...
 
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lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme

demorándose viene
cual flor desconfiada
que vigila al sol
sin preguntarle nada

iluminando viene
las últimas ventanas

lento pero viene
las últimas ventanas

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya se va acercando
nunca tiene prisa
viene con proyectos
y bolsas de semillas
con angeles maltrechos
y fieles golondrinas

despacio pero viene
sin hacer mucho ruido
cuidando sobre todo
los sueños prohibidos

los recuerdos yacentes
y los recién nacidos

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya casi está llegando
con su mejor noticia
con puños con ojeras
con noches y con días

con una estrella pobre
sin nombre todavía

lento pero viene
el futuro real
el mismo que inventamos
nosotros y el azar

cada vez más nosotros
y menos el azar

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

lento pero viene
m. benedetti

agosto 05, 2008

eL oChO dEl OcTavO

Ya inicia agosto, el octavo mes del año. Con él, el número ocho y su papel constante en todos los días...
El "sol" partiendo desde "do" (la octava nota musical).

Las ocho horas requeridas para un buen descanso y que no se han podido gestar desde hace semanas...
Los ocho tracks que están en espera de ser trabajados...
La octava vez que te filtras en mis sueños de manera erótica.

Las ocho horas de trabajo que a veces se tornan doce y que no duplican la utilidad pues sólo desgastan...
Las ocho manías... (mís ocho manías: morderme las uñas, rascarme la cabeza, llorar, enchuecar la boca, cantar en voz alta, agarrarme la ceja, besarlo, hacer ruiditos mientras como)
La octava mentira que asoma en nuestro haber y que no deja de sumar a las anteriores...

Nuestro octavo amanecer.
El ocho metido en el centro entre las catorce bolas de billar en el lugar donde trabajo... el "arriba y el abajo".
Las ocho horas supuestas de asueto que se desgastan en comer y en traslados...

El octavo perro parido por su madre...
Los ocho escalones que nos separan del encuentro...
Ocho facetas y programas con cada día frente al televisor.

Las ocho semanas de vacaciones escolares que se recortan con cada año...
El ocho dibujado en tu pecho, superfluo, imaginario...
Tus pulgares escondidos con tus manos sobre el teclado que muestran la cordialidad que debe existir entre los dedos...

La octava canción que se suma a las ya existentes...
Los ocho minutos de espera tras la línea mientras que el segundero cruza su camino por cada número sin prestar atención...
La octava vez en que se posa un ave en las afueras, en mi ventana... con su mensaje y recuerdo, con su trino y su vuelo repetido...

La similitud con el número de casillero, con el precio, con el mes de gestación, con la ruta, con la suma de los dígitos en el boleto; el número de estación del metro, la cantidad de cigarrillos diarios o los que quedan en el paquete...
Nuestro octavo mandamiento.
La cantidad de crédito en pesos de nuestro celular.

El no desear ser repetitivo por octava ocasión...
Los ocho gajos desgastados del balón; el número de pares de calcetas, de pantalones, de trusas.
El octavo de nuestros pagos y el número de billetes que han ido de mano en mano los últimos ocho días...

Los que llegarán al mundo este octavo mes... Los que se irán.
La coincidencia en cifra de ejecutados el día previo al inicio de este agosto...
El octavo aniversario o la cantidad de amigos que semana a semana nos visitan.
Los ocho días de tratamiento, de silencio, de asueto, de espera...

Esos ocho desconocidos que viajan contigo en el mismo camión hoy... ayer, hace ocho días.
Tus meses, años o semanas en el trabajo.
Los días que permanecerás fuera... El número de ocasos bermejos o de ocasiones en que la lluvia te ha dejado varado, húmedo o mojado. Las mismas ocho veces que la humedad ha acudido a mí.
Los capítulos restantes de tu serie predilecta...
Los últimos correos recibidos, el mismo número de meses que te han servido para recapacitar, amar más abiertamente o los días que te gustaría tuviera la semana...

Las cuadras caminadas día a día... Los días enfermo.
La cantidad similar de letras que conforman tu nombre o de aquel quien amas y extrañas...
Tus ocho canciones preferidas, los ocho grupos musicales, aquel quien supones es "la octava maravilla"...

La octava ocasión que escribo sin "respuesta"... o "sin sentido".