Fue un lunes 23 de mayo.
Habíamos recorrido practicamente toda la ciduad de los ángeles buscando casa.
Todo lo visto era muy caro, muy feo, muy lejos, muy pequeño... casi a las 11 de la noche llegamos a un lugar entre una talacheria y una tienda de aditivos de automoviles en el Boulevard Atlixco... no se veiá muy bonito por fuera... Pero al entrar nos enamoramos. Era inmensa! dos cuartos, recibidor, sala, comedor, sala de television, una cocina... toda muy descuidada, sucia.. pero perfecta para nosotras. No lo pensamos dos veces y al día siguiente estábamos firmando el contrato.
El 7 de julio dormimos por primera vez en nuestra casa... para nosotras solitas... lejos de todos... pero NUESTRA CASA.
Nos la dejaron linda... la planta baja de color beige... la segunda planta de un color casi taaaa rosa!! taaaan nuestra!!
Las dos primeras noches dormimos en el suelo... se veia taaan grande... nosotras sin comedor, sin sala, sin television (para el cuarto de television)...
Nos entregaron los colchones y llenamos nuestros cuartos nuestras cosas... tambien llegó una mesa blanca y tres sillas taaan rosas... días después llegó la tercera integrante de la casa y nos llenamos de violeta.
Sufrimos la escaces de agua, de comida, de cortinas... pero tuvimos gente, música, risas, amor, amigos, peliculas en una cobija, papas, coca cola y sin zapatos... LA TROVIHOME le puso nuestro loco personal. La casa de las troveritas fresitas.
Gente de Guadalajara, Toluca, Culiacán, Tampico, DF y por supuesto de Puebla... hasta de España visitó la trovihome.
Las paredes vieron amistad, pleitos, hipocresias, abrazos, desvelos, caidas, llantos, amantes... Las paredes velaron sueños, insomnios... las paredes se rieron con nosotros, se estremecieron con nuestros cantos por la madrugada y se contaminaron con nuestro incienso y el humo del cigarro. El suelo se emborrachó con coca cola, con alcohol...
Osos colgados, flores, un campamento, ventanas que se abrían, trapeadores que golpeaban...
Y así pasó el tiempo... la trovihome poco a poco se queda sola esperando que regresemos... tal vez, algún día para llenarla de colores...
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