noviembre 15, 2009

serendipiti

...después de una semana... no no, unos meses... no, qué va! después de un año sumamente complicado... me levanté como cualquier viernes, con la diferencia de que ese viernes sería el primero en que voy a trabajar sin él después de trabajar juntos los viernes de los últimos 4 años...

pasando la minerva, volteé al coche del lado derecho; era un taxi... ví l chofer y la expresion de su rostro me hizo voltear a verlo de nuevo... miré fijamente y vi sus manos... y vi el movimiento de su cuello y cai en la cuenta de que era algo especial... una vez más el de allá arriba se empeñaba de darme un "ubicatex"... el chofer, tenía parálisis cerebral... sólo atiné a respirar hondo mientras se me erizaba la piel... el taxi se adelantó y su parabrisas trasero leía "nada es imposible cuando se tiene fé" cerré mis ojos...

por la noche me tuve que ir sola en camión... después de algunos años de siempre subirme a un camión con él, sobre todo cuando está oscuro... caminé las dos cuadras respectivas y poco a poco fui enderezando el cuerpo, mejorando la respiración y soltando los brazos... de repente me sentí segura de mí... pude respriar... me subí al camión, me puse los audifonos, saqué el pedazo de chocolate que habia cargado por varios dias en mi bolsa y respiré una vez más...

también compré un par de pantalones nuevos que muestran los casi 10 kilos menos que he trabajado... ya no son aguados y enormes... y tengo un corte nuevo y un lindo color de cabello que me hace sentir bonita.

un nuevo embarazo y la partida de un gran señor... la vida y la muerte... ambos, actos de amor...

y además, un hecho me dió la razón de que soy importante en un proyecto, de que atraigo gente y de que antes que cualquier cosa, tratar bien a las personas te recompensa, siempre... aunque a la larga por quien más hiciste, más te dé la espalda...

y para rematar el "ubicatex" de el de allá arriba... estuve presente en una explanada llena de batas blancas envueltas de mil colores... tuve la oportunidad de ver que aún gente que vale, que su único afán es hacer reir a quien ha olvidado cómo hacerlo en medio del dolor... pude ver sus estrafalarios vestuarios, sus rostros de esperanza y sus ganas de seguir... gracias moni por darme un poco de fé...


y así, trato de respirar... lo volteo a ver y nos regalamos un te amo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay casualidades, mi querida hermanita. A veces Dios trabaja de maneras misteriosas nomas para recordarnos que no estamos solos y que nada es imposible. Disfruta mucho estos regalitos :)
Te quiero mucho.
JK