agosto 05, 2008

eL oChO dEl OcTavO

Ya inicia agosto, el octavo mes del año. Con él, el número ocho y su papel constante en todos los días...
El "sol" partiendo desde "do" (la octava nota musical).

Las ocho horas requeridas para un buen descanso y que no se han podido gestar desde hace semanas...
Los ocho tracks que están en espera de ser trabajados...
La octava vez que te filtras en mis sueños de manera erótica.

Las ocho horas de trabajo que a veces se tornan doce y que no duplican la utilidad pues sólo desgastan...
Las ocho manías... (mís ocho manías: morderme las uñas, rascarme la cabeza, llorar, enchuecar la boca, cantar en voz alta, agarrarme la ceja, besarlo, hacer ruiditos mientras como)
La octava mentira que asoma en nuestro haber y que no deja de sumar a las anteriores...

Nuestro octavo amanecer.
El ocho metido en el centro entre las catorce bolas de billar en el lugar donde trabajo... el "arriba y el abajo".
Las ocho horas supuestas de asueto que se desgastan en comer y en traslados...

El octavo perro parido por su madre...
Los ocho escalones que nos separan del encuentro...
Ocho facetas y programas con cada día frente al televisor.

Las ocho semanas de vacaciones escolares que se recortan con cada año...
El ocho dibujado en tu pecho, superfluo, imaginario...
Tus pulgares escondidos con tus manos sobre el teclado que muestran la cordialidad que debe existir entre los dedos...

La octava canción que se suma a las ya existentes...
Los ocho minutos de espera tras la línea mientras que el segundero cruza su camino por cada número sin prestar atención...
La octava vez en que se posa un ave en las afueras, en mi ventana... con su mensaje y recuerdo, con su trino y su vuelo repetido...

La similitud con el número de casillero, con el precio, con el mes de gestación, con la ruta, con la suma de los dígitos en el boleto; el número de estación del metro, la cantidad de cigarrillos diarios o los que quedan en el paquete...
Nuestro octavo mandamiento.
La cantidad de crédito en pesos de nuestro celular.

El no desear ser repetitivo por octava ocasión...
Los ocho gajos desgastados del balón; el número de pares de calcetas, de pantalones, de trusas.
El octavo de nuestros pagos y el número de billetes que han ido de mano en mano los últimos ocho días...

Los que llegarán al mundo este octavo mes... Los que se irán.
La coincidencia en cifra de ejecutados el día previo al inicio de este agosto...
El octavo aniversario o la cantidad de amigos que semana a semana nos visitan.
Los ocho días de tratamiento, de silencio, de asueto, de espera...

Esos ocho desconocidos que viajan contigo en el mismo camión hoy... ayer, hace ocho días.
Tus meses, años o semanas en el trabajo.
Los días que permanecerás fuera... El número de ocasos bermejos o de ocasiones en que la lluvia te ha dejado varado, húmedo o mojado. Las mismas ocho veces que la humedad ha acudido a mí.
Los capítulos restantes de tu serie predilecta...
Los últimos correos recibidos, el mismo número de meses que te han servido para recapacitar, amar más abiertamente o los días que te gustaría tuviera la semana...

Las cuadras caminadas día a día... Los días enfermo.
La cantidad similar de letras que conforman tu nombre o de aquel quien amas y extrañas...
Tus ocho canciones preferidas, los ocho grupos musicales, aquel quien supones es "la octava maravilla"...

La octava ocasión que escribo sin "respuesta"... o "sin sentido".
 
 

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