junio 02, 2010

(gracias)

miércoles, mayo 19, 2010


Y así, se dan los hechos, las situaciones, los acontecimientos y cada una de las vicisitudes que colman cada día de nuestras vidas.

Los olvidos en los trayectos, en las fechas, los posteos, los conciertos mismos... el olvidar la letra de nuestra canción favorita con el paso de los años.

No vale la pena hablar en este espacio del "hubiera", de ese hecho que no existe ni existirá jamás; no se puede en definitiva trascender si nos encontramos estancados en dicho suceso inexistente.

Asi que, sin más, lo hecho hecho está y lo que no no.

Comparaciones en ocasiones absurdas colman habitualmente mi recapacitar y lo instalan en cierta disyuntiva de la cual, inevitablemente, debe salir. Un compañero de trabajo me hizo esa aclaración cuando, luego de cuestionarme acerca de algún tópico, volteó con otro amigo al tiempo que le decía: "...y luego de cierto tiempo de silencio contestará diciendo solamente un 'si'..." (y fue seguramente lo que le respondí).

Hoy me miro aquí, al frente de mi texto y repaso aquella sensación, aquel destierro, aquella canción, aquel traslado que se tornó olvido al hacerse de manera autómata mientras, de la misma forma, mi mente se plagaba de impresiones diversas debido a la actividad anterior y las que probablemente vendrán.

Quizá ya me estoy volviendo viejo, mucho más de lo que creo o me siento.

En cambio tú, mírate! Has pisado ya el territorio de lo que todo mundo considera la edad de oro; aquella donde dejas de ser niña, donde tu mente evoca con más amor cierto pasado y aprende a valorar mucho más lo que viene... donde la melodía nace al calor de un sueño o donde cada sueño convierte en esperanza cada mañana.

Es por ello que vuelvo, casi como cada año, a recordarte ensimismado en pensamientos propios, en reflejos y siluetas, en imágenes que han quedado para siempre guardadas en un rincón afectivo de mi amor y que, hoy, posees como tuyo quizá sin darte cuenta... y no importa; no importa porque ya tienes a tu lado quién ame lo que tú eres, quién desea lo que tú y quién evoca a la par tuyo. (Un saludo para él no faltará aquí)

Felicidades por esos treinta y, espero fehacientemente (y no como un "hubiera") que tus hijos te hagan vivir otros treinta por cada uno que concibas.

·Eduardo Ulloa

A: Luz Anna Andreani R.

3 comentarios:

La Blu dijo...

Que bonito mail :)

Esas son las cosas que a uno le hacen sonreír con lagrimita traicionera.

llOvizna dijo...

el desear lo que no fue, es restarle valor a lo que fue.

bye.

arpía de uniforme dijo...

Wow, me gusto mucho el texto :) muy lindo tu blog me gusta como esta editadooo