de repente... ya habiendo cerrado todas las ventanas que me acompañan en mis desvelos; un trueno me hizo brincar y algo me llamó a abrir una de éstas de nuevo... y hurgando (o es urgando?) el diario de un buen amigo... encontré lo que necesitaba leer... que estuve buscando toda la tarde y hasta ahora apareció ante mis ojos...
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a veces un gracias no es suficiente...
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Y, en especial a ti que me hablas de "choque de sentimientos"...
Tú, que me escuchas cuando canto una canción… sobre todo aquella que descubres sin estar a mi lado o al tenerme enfrente.
Tú, la niña que a su edad, aún conserva las promesas cual sentencias previas a la vida; la que goza aún con las muñecas y los colores en los pinceles, que se sumerge en las imágenes de un pasado no muy lejano y llora por no haberlo capturado con el celo y la garra en su momento.
Tú, la misma que asoma con sólo su mirada a los cobijos del amor y hace detener el tiempo en la profundidad misma del color en los ojos, los mismos que se bañan con agua de mar cuando es preciso y no por simple placer ajeno o batalla perdida.
Tú, mujer de arrojos, cortina de sentimiento cotidiano, canto de libélula, vuelo de cien palomas, estrella de mar en agua dulce, hojarasca de otoño vertida en primavera y silencio mismo del viento.
Tú, princesa de castillos diferentes y remotos, la que porta a Luz en la sonrisa y el desenfado en las palabras…
Tú, Anna del cuento plagado de ladrones, fantasías o maravillas; personaje sin Aladinos, magos o hechizos extraños que puedan redundar en melancolías o dolor.
A ti, que hurgaste en la logística de una noche de martes enfocada a este humilde escritor, gracias mil.
No sabré cómo pagar tal garantía de aprecio y señal de dedicación y estima.
# posted by Eduardo Ulloa : 14:52